domingo, 11 de septiembre de 2011

Dictadura de la sinrazón
I ALGO falta o nos falta no significa que sea relativo en virtud de sí mismo, sino que falta bien porque en realidad es así o bien porque no nos es suficiente; como puede ser la tranquilidad o la comodidad -siempre queremos más-. No obstante, la emotividad que se siente está claro que es absoluta cuando se siente, es decir que... ¡se siente!
También, si a un ser humano le falta una pierna -o parte del cuerpo- no significa que sea relativo -físicamente- porque le falte algo, sino que sigue siendo absolutamente un ser humano, guste o no guste, recurran a un punto de vista o a tres mil. Las cosas claras son claras.
Por eso, no hay que relacionar nuestra ansiedad emotiva por algo con esa tontería sin alguna prueba de "es relativa"; sencillamente porque no existe algún indicio o prueba para ello con fundamento real, demostrado, para que se llame eso o para negar lo que está ahí, al margen de toda testarudez.
La realidad siempre es porque es, y antes de ser transpuesta a nuestro "yo" por descalificarla con "es relativa" o "es parecida". Es decir está ahí, por encima de nuestros puntos de vista emotivos, y por encima de todo lo que queramos decir, por encima del parcial interés lingüístico. Porque, si por ejemplo yo digo que existo -una realidad-, aunque hayan millones de puntos de vista tarareando sus caprichos, esa realidad es, queda como es, con su base suya, real, inalterable por nuestras palabras.
Bien, los puntos de visto sirven, se tercian, en nuestra comunicación y son en/para la comunicación; pero no anulan la realidad, o no quitan o pueden quitar a la realidad nada, no roban. En cambio, sí sirven o son muy útiles para describirla, para conocerla -no se obliga a nadie-, si realmente se describe o se quiere conocer.
Antes, cuando millones de puntos de vista -en comunicación- se entretenían en afirmar que la Tierra era plana, que también podrían haberse entretenido en afirmar que era una nube, un ser humano -Galileo- con previa demostración dijo lo que estaba más de acuerdo con la realidad -y no con respecto a puntos de vista o de olfato-. Sí, dijo un pensamiento lo más estrictamente racional, no un decir por decir, no un parecer venido del "porque me da la gana" o del buscar putos de vista como buscar caracoles.
Es cierto, sí, que se dice la realidad a través del lenguaje; pero es el lenguaje inapropiado o malelegido por inútiles el que puede errar, o manipular, por eso no es la realidad la que debe pagar el posible error o llevarse el sambenito de "es relativo eso porque lo digo yo". En este sentido, el lenguaje no es un punto de vista, no, sino miles de puntos de vista entre otras cosas que han trascendido en él mismo; aunque cada uno le dé su toque personal, emotivo o no, o de descubrimiento personal ante la realidad, siempre ante la realidad: base absoluta de él -y como base absoluta que es de él no pueden corresponderle tonterías enormes o locuras del negar eso-.
Téngase en cuenta que la realidad -o la razón de realidad- no la impone ni la puede imponer el ser humano, porque ya está ahí; pero la sinrazón sí que se impone o se puede imponer. Así que sólo la sinrazón puede ser dictatorial -o impuesta-, y de hecho es lo que se comprueba diariamente.


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